llegar a viejo

Si se llevasen el miedo, y nos dejasen lo bailado para enfrentar el presente... Si se llegase entrenado y con ánimo suficiente... Y después de darlo todo –en justa correspondencia– todo estuviese pagado y el carné de jubilado abriese todas las puertas... Quizá llegar a viejo Sería mas llevadero, Más confortable, Más duradero. Si el ayer no se olvidase tan aprisa... Si tuviesen más cuidado en donde pisan... Si se viviese entre amigos que al menos de vez en cuando pasasen una pelota... Si el cansancio y la derrota no supiesen tan amargo... Si fuesen poniendo luces en el camino, a medida que el corazón se acobarda... y los ángeles de la guarda diesen señales de vida... Quizá llegar a viejo Sería mas razonable, más apacible, más transitable. ¡Ay, si la veteranía fuese un grado...! Si no se llegase huérfano a ese trago... Si tuviese más ventajas y menos inconvenientes... Si el alma se apasionase, el cuerpo se alborotase, y las piernas respondiesen... Y del pedazo de cielo reservado para cuando toca entregar el equipo, repartiesen anticipos a los más necesitados... Quizá llegar a viejo sería todo un progreso, un buen remate, un final con beso. En lugar de arrinconarlos en la historia, convertidos en fantasmas con memoria... Si no estuviese tan oscuro a la vuelta de la esquina... O simplemente si todos entendiésemos que todos llevamos un viejo encima

Ya se acabaron las vacaciones

Estatua de Félix Solesio

i Plaza de La Tribuna

Portal de San Carlos

i Calle Félix Solesio

El arco, que da paso a la plaza de España, data de 1791, es de estilo neoclásico y está construido con arenisca y toba. Servía de entrada a los terrenos de la casa-cortijo principal del complejo papelero llamado San Carlos (en honor al rey Carlos III), donde habitaba temporalmente Félix Solesio y su familia.

Félix Solesio (Felice Finarius Solesio e Buraggi) nació en la ciudad italiana de Finale-Marina (uno de los núcleos urbanos que componen el municipio de Finale-Ligure) en 1739. Entre 1761 y 1762 llega a España, pero no es hasta 1784 cuando se establece en Arroyo de la Miel para la construcción de su complejo papelero, hecho que serviría para sentar las bases para el nacimiento de Arroyo de la Miel como pueblo. En 1806 muere, con 67 años, en su palacio malagueño de calle Granada.

Calle Andalucía (Plaza de La Tribuna)

La Tribuna era la vivienda donde habitaba la familia Solesio temporalmente, ya que habitualmente vivían en su palacio de calle Granada, en Málaga. El edificio fue mandado construir por el propio Félix Solesio tras su llegada a Arroyo de la Miel a finales del siglo XVIII, por lo que es la construcción más antigua de la localidad.